domingo, abril 30, 2006

EL CAMARÓN SONÁMBULO

La refracción en la prisa del salmón no le fastidiaba en lo absoluto. Alentaba sus tercas escalas y los despedía con unas piedras desgastadas para el viaje. La corriente era una tangente en su piel y la realidad sólo una excusa para sentir la vida en los horarios. Dentro de las raíces del pensamiento y desde donde las aves mueren, todo; o desde el simple saludo al salmón y a la tierra que bajaba a su lado, todo le parecía igual. Todo como una moda en las portadas del primitivo sentido de la vista.

La corriente no tendría dominio alguno sobre su aparente pasividad.

Hay quienes viven de los sueños y los hay también de quienes se dejan llevar. El camarón sonámbulo vive para cada uno de nuestros pequeños destellos en la intimidad. Para todos los que no creen en la mentira del olvido.

1 comentario:

Aretino dijo...

Interesante propuesta. Publicaremos varios en http://cbreve.bitacoras.com