miércoles, mayo 24, 2006

HIPOCAMPOS

Los hipocampos de la plaza son altivos

Yo espero sentado frente a la acequia de tu puerta

En la cumbre de mi pensamiento un cristo que no se broncea

Estira sus brazos sin abrazar la bahía

El muelle es largo

Largas son las caminatas también hacia ti

Como la espera que se extiende en tus mareas

Un viaje por el malecón y un helado

Tus pechos que nunca se congelan

Tus ojos marineros en mi sonrisa que no sabe nadar

Que se ahoga por cualquier excusa

Tu puerta es filigrana de pececillos

La calma se estanca allá a lo lejos

Y con ella se va mi impaciencia

El tiempo ya no es arena entre mis manos

Sino un castillo rompeolas

Como la resaca que insiste

Los caballos en la noche de espuma alumbran sus crestas

Y su palidez sonríe a mi sombra

Se ha caído el sol por más que el muelle ha sido largo

O me pareció que se empinaba desde el borde a beberse un clavado

Y el cristo allí sin que se agote su blancura ni su abrazo

Y yo no me canso tampoco

Adobe eterno

Tu puerta es ahora una cortina de moluscos secos que tintinean

No es el aroma del sexo que tienen las conchas

Es el sonido de tus pasos cerrando la noche

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