lunes, agosto 23, 2010

BORGES





El demiurgo tomó la pluma inmortal y escribió la palabra Borges. En el último retículo de la “s”, se detuvo. Dudando, quiso desandar su camino por una tentación. Esto ya es cuestión del hombre, se dijo. Al momento, Jorge Luis empezó a enceguecerse a propósito para ver la luz. Lo que ha sido escrito por divina mano, no puede ser compartido por humano entendimiento, pensó. Yo soy aquella herramienta; mi historia es la tinta, la misma usada para todos nuestros actos.

Fue más allá. Hacia el inicio del sistema de escrituras. Conoció los cuneiformes, erró por laberintos de petroglifos y la semántica en las arenas. Reconstruyó a Babel hasta el primer lenguaje de los hombres.

Entonces encontró la sentencia que resumía toda su existencia. La encontró casi de casualidad, mientras deshacía el camino de su nombre. Y abrió los ojos para leer en estas líneas:

“Borges, ya no sé si quien te lee, soy yo”.

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Lee un cuento extra haciendo click en este enlace

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4 comentarios:

Unknown dijo...

Borges... definitivamente tu admiración hacia él es interesante.
Por otro lado me alegra mucho saber que sigues siendo el mismo que admiro pues logras crecer cada día más en lo que realmente te apasiona. Espero seguir teniendo la oportunidad de leer nuevas noticias literarias sobre ti.
Tu amiga.

César Olivares Acate dijo...

fundamental manejo del lenguaje. buen estilo de oraciones cortas. bien ahí.

ENRIQUE RIOS MERCEDES dijo...

ESE CUENTO TUYO ES DE LO MÁS ELEMENTAL E INTERESANTE, MI QUERIDO BETO. ME PARECE QUE LOGRAS CAPTAR ALGO QUE NI EL MISMO BORGES HIZO. BESOS, BETO.

En los Esteros dijo...

Excelente micro. Adecuado para recordar al Maestro.