viernes, septiembre 08, 2006

ÓLEO URBANO


La cabeza pesa tanto por las dudas
Que tenemos que pegarla al pecho
Y mirar hacia el único par de zapatos
Melancolía en la solapa
Del traje monótono de la vida
Las manos sin oficio se hunden
En vacíos bolsillos
Sin historias ni dineros
Arrastramos la sombra
Como una corbata que nos queda grande
Y dejamos cual recuerdos
El hedor triste de la existencia

1 comentario:

Pável Jáuregui dijo...

leo este poema y me hace pensar en la pobreza, no como la carencia vulgar de cualquier mendigo, sino en la pobreza encerrada tras la cotidianeidad del urbanismo. la vida al fin y al cabo, es un solo traje, en el fondo todos nos vestimos del modo que nos dicta la conciencia social para ocupar el único rol que se nos ha permitido, somos todos, porque después de todo, solo tenemos un traje, una vida