Puerta de madera abierta en su totalidad y rejas de acero despintado en colores negro y óxido. La calle: a solas; rebota sombras chatas a sesenta grados.
La mujer reclinada en el dintel realiza un movimiento maquinal con el brazo. El humo que se abandona y la intensidad del beso con el que ella recibe al pequeño objeto incandescente, nos revelan que ella fuma. Temperatura: la de alguna despedida. Humedad: en los ojos.
Sonido.
Escritorio con papeles desordenados y a medio escribir. Al levantar la vista, los apuntes desaparecen. Y al dirigirla hacia la entrada de la estancia por distracción: un claroscuro que se sostiene de una última aspiración a un cigarrillo que se termina. Silueta de mujer aburrida mirando el viento derretirse a la hora de la siesta. Dos de la tarde.
Caída libre. La colilla se aleja como impulsada por la desidia y se acuesta junto a su sombra con estrépito. Es la señal que esperaba.
Abrazo y silencio. Ella lee.
- ¿Terminaste?
- Sí. Sólo pude escribir esta viñeta.
1 comentario:
interesante claude simon trujillano, interesante.
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